El mundo del catering está en continua transformación, aplicando nuevas costumbres y siguiendo nuevas tendencias, que ayudan a preservar en gran medida la salud de nuestro planeta.
Reducir el plástico y hacer un mejor sistema de reciclado son algunos de los propósitos que diferencian a un servicio de catering sostenible del resto. Aunque el ser ecológico en este sector podría haber comenzado como una tendencia, se está convirtiendo rápidamente en una forma de vida, tanto para consumidores conscientes, como para propietarios de negocios.
Al trabajar por conseguir un servicio de catering sostenible, más respetuoso con el medio ambiente y comprometido con el ahorro de energía, se contribuye a reducir el impacto ambiental negativo.
¿Cuáles son los pasos para conseguir un catering más sostenible?
1. Comunicación.
Un equipo concienciado, motivado y comprometido es fundamental para modificar conductas y avanzar. Más allá de los conocimientos y habilidades sobre alergias e intolerancias, el equipo también debe conocer los impactos negativos de su servicio. El primer paso para reducir residuos es, pues, concienciar a las personas que están detrás del servicio. A más conocimiento, más cambio se genera.
2. Cuantificación.
El segundo paso después de concienciar al personal es cuantificar y seguir la pista del despilfarro. Es decir, conocer la cantidad, el tipo, el estado de elaboración y la razón por la que se ha producido.
3. Prioridad en la gestión de residuos.
La prevención del residuo es la manera más eficaz de reducir el impacto medioambiental del despilfarro alimentario y los embalajes. Así se evitan residuos innecesarios. Un ejemplo es utilizar utensilios de servicio sostenibles e incorporar productos desechables biodegradables. Otra buena opción son los utensilios y cuencos de bambú.
4. Diseño de la oferta.
Diseñar un menú sostenible es poner en práctica la economía circular: una comida conocida como “real food”, comida real, sana, libre de químicos, evitando así todos los productos ultra procesados y fomentando los productos orgánicos, veganos y saludables. Si bien el servicio de catering sostenible puede optar por ofrecer algunas opciones con carne, al elegir conviene fijarse en que en su menú existan opciones con proteínas a base de plantas, como lentejas, garbanzos, quinoa o frutos secos.
5. Política de compras.
Incorporar un menú estacional permite utilizar los productos más frescos y sabrosos disponibles, y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental negativo. La incorporación de productos de temporada en el menú reduce la cantidad de recursos necesarios para transportar alimentos desde la granja hasta la mesa. Con una distancia más corta en los desplazamientos, se crean menos emisiones de gas y registran menos kilómetros en vehículos, como los camiones o furgonetas, que consumen mucha gasolina.
6. Planificación del evento.
La comida está muy relacionada con la cultura y los hábitos. Conocer la edad, nacionalidad, gustos, incluso la religión de los comensales nos puede ayudar a ajustar la oferta gastronómica y las cantidades.
7. ¿Qué hacer con las sobras?
Dentro de un catering sostenible, los restos alimentarios deben ser tratados como un recurso de valor. De esta manera, pueden implantarse distintas acciones para trabajar con los restos de comida. Desde la fiambrera para el cliente, hasta la colaboración con entidades que gestionan la donación de todos estos alimentos.
8. Gestión de recursos finales.
Como catering sostenible hay que asegurarse de que los residuos se recogen de manera selectiva y se depositan donde toca.
En Fosbury Café trabajamos por conseguir que cada acción que llevamos a cabo sea respetuosa y sostenible con el medio ambiente. Por ello, los productos que empleamos son de producción local y en nuestros eventos utilizamos materiales que contaminen lo menos posible.
En resumen, la sostenibilidad se consigue paso a paso y la cocina es una herramienta transformadora. ¡Apuesta por un catering sostenible en tu evento!