Cualquier evento corporativo busca generar o afianzar una unión: entre empresa y empleadas/os, entre empresa y socias/os, entre el producto y clientes potenciales. Contratar un monólogo siempre es una buena opción: no hay nada que nos una más que la risa.
Quizás un monologuista no sea lo primero que se considere a la hora de contratar un artista para un evento. La primera idea que suele plantearse es la de incluir una banda de música o un artista con influencia. Sin embargo, un buen monólogo podría suponer la diferencia entre hacer lo mismo que el resto y destacar. Por eso, son cada vez más las empresas y las marcas que apuestan por poner una nota diferencial a sus acciones de marketing y eventos, eligiendo esta alternativa que goza de gran aceptación entre la gente.
El mundo del monólogo triunfa en las salas de todo el país. Los clásicos conciertos han dado paso a formatos más amenos y directos, con los que el público conecta con mayor facilidad, e incluso es frecuente verlos en programas de televisión. Gracias a este carácter cercano, el comediante será una opción ideal para tu evento corporativo y un buen catalizador para que los asistentes disfruten.
Contratar un monologuista para obtener resultados.
Contratar un buen monologuista y obtener buenos resultados es sencillo, ya que se garantiza, como mínimo, que disfrutaremos de una experiencia agradable si estamos entre los asistentes.
¿Qué hace un monologuista? Por lo general tienden a explicar historias cercanas con las cuales cada uno de los presentes pueda sentirse identificado. Algunas serían ese trabajo tan extraño que te tocó realizar, las altercados en las parejas, historias acerca de las vacaciones más terribles, aquel viaje de fin de curso que hiciste durante tu época universitaria, los problemas que todos suelen tener con su suegra, entre una cantidad de muchas más ocurrencias.
Aunque un evento con monólogo suele considerarse dedicado al humor, la realidad es que en la actualidad este tipo de formato es mucho más que eso. La gente espera un mensaje ameno, inteligente y con altas dosis de originalidad, pero también con un punto desenfadado. Así, el monologuista logra poner el acento sobre ciertas características que, desde el punto de vista del marketing, son de lo más interesante.
En definitiva, una velada repleta de risas aumentará aún más la identificación de los empleados con la empresa y fortalecerá el espíritu de equipo. El buen humor infunde actitud positiva, cohesionando los equipos. ¡La manera ideal de hacer teambuilding!
Un buen estado de ánimo potencia la motivación y mejora la capacidad de manejar las emociones generando un buen clima laboral. El humor mejora las relaciones interpersonales, el bienestar y la confianza del equipo, y todo ello revierte en el negocio con mejores resultados y productividad.